Emiliano Zapata nació en el seno de una familia campesina y fue hijo de Gabriel Zapata y Cleofas Salazar.
1 Su infancia se desarrolló en el contexto del
latifundismo porfirista en
Morelos. Realizó sus primeros estudios con el profesor Emilio Vera, quien había sido un viejo soldado
juarista. Pronto trabajó como
labrador y
arriero. En
1906
asistió a una junta de campesinos en Cuautla para discutir la forma de
defender sus tierras y las del pueblo frente a los hacendados
colindantes. Su rebeldía lo condenó a la
leva (conscripción), y en 1910 Zapata fue incorporado al 9° Regimiento de Caballería, en
Cuernavaca. Zapata fue asignado como caballerango de Pablo Escandón, Jefe del Estado Mayor de
Porfirio Díaz, tras lo cual fue trasladado a cumplir las mismas funciones bajo el mando de
Ignacio de la Torre, yerno de Díaz, quien le tomaría especial afecto por su destreza con los caballos.
El motivo por el que se incorporó a Emiliano Zapata al ejército fue
el hecho de que había raptado a una jovencita, ya que Zapata era
conocido por ser un hombre muy enamoradizo.
2 La acusación la puso el padre de
Inés Alfaro Aguilar,
joven con quien tiempo después Zapata tendría dos hijos: Nicolás y
Elena Zapata Alfaro. En la fotografía en la que Zapata aparece junto a
Villa sentado en la silla presidencial, el niño más pequeño que se asoma
es Nicolás. También según el historiador Jesús Sotelo Inclan, Zapata se
casó con una joven de clase acomodada llamada Luisa Merino y al caer la
dictadura porfirista, el 20 de agosto de 1911 contrajo matrimonio con
la señorita
Josefa Espejo Sánchez
conocida como “La Generala” originaria de Anenecuilco, hija de don
Fidencio Espejo y Guadalupe Sánchez Merino con quien procreó dos hijos
más. El primero tuvo por nombre Felipe; éste nació en el cerro El
Jilguero y murió a la edad de cinco años en uno de los tantos refugios
que como familia tuvieron luego de ser mordido por una víbora de
cascabel. La segunda hija fue Josefa; ella nació en Tlaltizapán y un año
antes que su hermano Felipe murió a consecuencia de una picadura de
alacrán. Así Josefa quedó sin hijos en poco tiempo. Sin embargo, Zapata
tuvo más hijos como es el caso de
Ana María Zapata, hija de Petra P. Torres.
En septiembre de
1909
Emiliano Zapata fue elegido calpuleque (palabra náhuatl, que significa
jefe, líder o presidente) de la junta de defensa de las tierras de
Anenecuilco,
donde empezaría a analizar documentos que se originaron en el
virreinato que acreditaban los derechos de propiedad de los pueblos
sobre sus tierras, los cuales habían sido negados por las
Leyes de Reforma, sobre todo la
Ley Lerdo
que obligó a las corporaciones civiles a vender o ser expropiadas las
tierras improductivas, lo cual fue motivo en su tiempo del apoyo de
varios líderes indígenas como
Tomás Mejía a los gobiernos conservadores mexicanos y al
Segundo Imperio Mexicano.
Estas leyes además fueron aprovechadas por varias personas para
acrecentar sus tierras de manera ilegal al solicitar la propiedad de
zonas comunales que los pueblos no trabajaban. Por esto se convertiría,
de esa manera, en dirigente agrario de
Morelos, su estado natal. Su primera aparición política ajena a su mundo campesino fue en las elecciones para gobernador de
Morelos en
1909, cuando apoyó al aspirante de la oposición,
Patricio Leyva, en contra del de los latifundistas,
Pablo Escandón y Barrón.
En el mes de mayo de 1910 recuperó por la fuerza las tierras de
Villa de Ayala,
que eran protegidas por el jefe de policía, José A. Vivanco, y que dejó
en posesión de los campesinos del lugar. Por este hecho tuvo que
escapar varias veces del gobierno, pues fue declarado
bandolero.
Algunos meses después participó en la reunión que se celebró en ese
mismo lugar, es decir, en Morelos)|Villa de Ayala]], con objeto de
discutir lo que después se convertiría en el Plan de Ayala.