lunes, 12 de mayo de 2014

La taurina es un ácido orgánico que interviene en la formación de la bilis, que se encuentra naturalmente en pequeñas cantidades en los tejidos de muchos seres vivos (incluyendo a los humanos)1 2 y por lo tanto en varios alimentos. Es un derivado del aminoácido cisteína que contiene el grupo tiol; y es el único ácido sulfónico natural conocido.3
Su nombre deriva del latín taurus (que significa toro) porque fue aislada por primera vez de la bilis del toro en 1827 por los científicos alemanes Friedrich Tiedemann y Leopold Gmelin.
En la literatura científica muchas veces se la clasifica como un aminoácido,4 5 6 pero al carecer del grupo carboxilo, no es estrictamente uno.7
Se ha determinado la presencia de la taurina en algunos pequeños polipéptidos, pero hasta el momento no se ha identificado ninguna aminoacil ARNt sintetasa responsable de incorporarla en el ARNt.8
La taurina es un producto que el cuerpo es capaz de sintetizar por sí mismo en cantidades suficientes para completar sus efectos fisiológicos; no se ha detectado ninguna situación de déficit de esta substancia que haya podido ser caracterizada como enfermedad o situación patológica específica.

Taurina en las bebidas energéticas o energizantes

Se encuentra en pequeñas cantidades en las bebidas energéticas, pero en este caso se obtiene mediante procesos sintéticos en el laboratorio.9
Un estudio realizado en el año 2001 investigó los efectos de una bebida energizante muy popular en Estados Unidos, que incluye taurina, cafeína y glucuronolactona entre sus ingredientes. Las mediciones incluyeron el rendimiento psicomotriz (tiempo de reacción, concentración y memoria), y la resistencia física. En comparación con bebidas control, la bebida estudiada mejoró la resistencia aeróbica y anaeróbica en cicloergómetros, y los parámetros cognitivos estudiados (Alford, 2001). Hay que tener en cuenta, en todo caso, que dicho estudio habla del efecto de la taurina en interacción con otros componentes de dicha bebida energética, y no de la misma en forma aislada.
Otra investigación10 realizada con el método doble ciego, con la misma bebida energética del estudio anterior, indagó acerca del tiempo de reacción y las modificaciones del carácter, los estados de bienestar y la sensación de extraversión social. Concluyeron que la mezcla de los tres ingredientes de esta bebida, poseen efectos positivos sobre el rendimiento mental y el carácter. En la investigación se propone que estos efectos podrían estar mediados por la acción de la cafeína sobre receptores purinérgicos y por la modulación de la taurina de esos receptores.
La taurina en bebidas energéticas puede ser efectiva para el ejercicio debido al incremento en el rendimiento de la actividad de la cafeína cuando está presente. Las bebidas energéticas se han asociado, entre otras cosas, a muertes de consumidores[cita requerida] y a problemas de salud,[cita requerida] como taquicardias o problemas dentales.[cita requerida] Su alto contenido en taurina también ha provocado que ciertos países lo consideren un complemento y no una bebida recreativa.[cita requerida] Muchos médicos recomiendan también una evaluación médica antes de consumirlo.[cita requerida]
En cualquier caso, la cantidad de bebida energética que puede beber una persona sin perjuicio para su salud, como cualquier producto estimulante, depende de su sensibilidad a sus componentes (como la cafeína) y varía notablemente de un individuo a otro.

Efectos sobre la salud

Algunos expertos coinciden en afirmar que el peligro de las bebidas energéticas reside en su mezcla con otras sustancias, y en especial, con el alcohol: la mezcla de estimulantes sexuales con depresores puede provocar ritmos cardíacos anormales.[cita requerida]
Un estudio reciente ha puesto de manifiesto el elevado consumo de bebidas energizantes por parte de la población, en especial niños y jóvenes: 2 de cada 10 niños de 3 a 10 años de edad consumen estos productos de forma habitual, y un 16% de ellos lo hace en cantidades considerables (un promedio de 4 litros al mes). La AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) y la EFSA (European Food Safety Authority) llaman la atención sobre este fenómeno y advierten de los peligros potenciales para la salud.11 12
Según la EFSA (European Food Safety Authority) a la taurina (añadida de forma artificial, como en las bebidas energizantes) no se le puede atribuir, con los datos disponibles a día de hoy, de ningún atributo o cualidad favorable para ningún aspecto de la salud.13 Algunos autores sitúan a las bebidas energizantes en el nivel de producto supérfluo y con potenciales efectos negativos sobre la salud, siendo un tipo de producto no recomendable para niños y jóvenes.14 Esta conclusión está avalada por numerosos estudios científicos bien documentados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario